Equivocado es pensar que necesitamos de otra persona para que venga a poner en nuestra vida la parte que nos hace falta, que venga a completarnos. Si para empezar esa parte vacía es la que deben llenar nuestros deseos y sueños.
Tratar de llenarla
con otra persona es truncar nuestra vida, truncar lo que pudiera ser si nos dedicáramos
a alcanzar nuestra felicidad minuto a minuto, logro a logro.
Ese vacío
no debería de tener saciedad, porque sería detenernos, parar, morir! Lo que nos
hace tener ambición, hambre de logros, es la falta de ellos.
Lo que nos
hace buscar esa persona, esa media naranja, es en esencial el vacío de no
tenerla. Pero de ese vacío puede derivarse la no saciedad y la infelicidad con
la persona que esté a nuestro lado en este preciso momento.
Dado que nuestra naturaleza de tener mas y mas, pueda llevarnos a creer que lo que ahora mismo tenemos, sea poco para nosotros.
Pero en realidad lo que ahora tenemos es el fruto de nuestro esfuerzo impulsado por el vacío de nuestro "Yo faltante", pidiendo mas