sábado, 26 de enero de 2013

Estar Completo


Equivocado es pensar que necesitamos de otra persona para que venga a poner en nuestra vida la parte que nos hace falta, que venga a completarnos. Si para empezar esa parte vacía es la que deben llenar nuestros deseos y sueños. 

Tratar de llenarla con otra persona es truncar nuestra vida, truncar lo que pudiera ser si nos dedicáramos a alcanzar nuestra felicidad minuto a minuto, logro a logro.


Ese vacío no debería de tener saciedad, porque sería detenernos, parar, morir! Lo que nos hace tener ambición, hambre de logros, es la falta de ellos.

Lo que nos hace buscar esa persona, esa media naranja, es en esencial el vacío de no tenerla. Pero de ese vacío puede derivarse la no saciedad y la infelicidad con la persona que esté a nuestro lado en este preciso momento.


Dado que nuestra naturaleza de tener mas y mas, pueda llevarnos a creer que lo que ahora mismo tenemos, sea poco para nosotros.

Pero en realidad lo que ahora tenemos es el fruto de nuestro esfuerzo impulsado por el vacío de nuestro "Yo faltante", pidiendo mas

martes, 1 de enero de 2013

Sentimientos de desesperanza

Hoy sólo puedo hablar de mis sensaciones. Llevo unos días dándole vueltas a una pregunta que espero algún día abordar al menos mínimamente en este espacio: ¿Qué quiero ser de mayor? Y la verdad son muchas las cosas que me planteo... cosas que creo que me harán feliz.



Pero llegan los días de desesperanza (como hoy) y veo que todas esas ideas son tontadas, que no me conducen a nada y que tarde o temprano acabaré igual de frustrado que con mi vida actual. Y es que soy un insatisfecho natural.

Hoy como digo, tengo el día desesperanzado. El día en el que miro al futuro y no veo cosas diferentes, sino que veo un mundo igual de viciado y en el que yo estoy totalmente inserto como una marioneta más, un actor más de esta triste película. Y no creo que sea muy diferente a la realidad esa visión.
Mi cuerpo no se porque me dice basta cada día... me dice que ya no quiere hacer nada más. Me deprimo cuando veo que hay gente capaz de darlo todo, de estar al 100% muchas más horas al día que hoy... me frustro de que a la gente le cunda tanto el tiempo. Yo llego a mi casa cansadísimo de trabajar... psicologicamente acabado, de verdad, y me siento en la silla de mi casa y sólo quiero hacer como digo yo "ratón p'arriba ratón p'abajo" es decir, mirar páginas de Internet sin orden ni concierto, sin prestar mucha atención y dejando que pasen las horas del día sin mucho esfuerzo...



Y no hago eso porque sea vago, sino porque mi cuerpo no puede más durante ese tiempo... así he aprendido a vivir... encerrado en mi cuarto sin salir, y haciendo del ordenador y el teclado mi amigo más cercano en casa, mucho más que el sofá del salón, el cual piso bien poquito... porque no se, no se porque pero no me junto con mis padres. Otro motivo de tristeza... no aguanto a mi madre y con ellos me siento incómodo. ¡Necesito salir de aquí! Pero perder tantas comodidades como tengo... pero dejarles solos por poco que ayude yo aquí. Tengo miedos, muchos miedos. A la vida real que me machaca cada día y me da reveses explicándome que mis ideas son eso: ideas, es decir como antes decía "tontadas". Y tengo miedo a ser un inadaptado como me considero muchas veces...


No se, no se me ocurren salidas del tunel que atravieso. Mis ojos sólo ven la negritud del camino y no se entretienen en valorar las luces encontradas. No se, no se que quiero. Ni ahora mismo ni en un futuro. Quiero creer por ejemplo que si me voy de casa arreglo algo, pero entonces me quejaré de otras miles de cosas. O quiero creer que mis sueños de grandeza, de ser alguien en la vida, alguien que cambie el mundo... algún día se cumplirán. Y sin embargo, no soy capaz siquiera de controlarme a mi, de cambiarme a mi en esas cosas, en esas oscuridades que tengo.



Creo que tengo mucho que pensar y valorar... y lo peor de todo es que se que la reflexión acabará genial y que pasado el tiempo volveré al mismo sitio, porque, como ahora, no habré hecho nada para cambiarlo. Son sólo palabras que se quedan en el mundo de las palabras, donde las palabras forman frases y flotan en el aire, por las nubes... encadenándose unas con otras y formando grandes parrafadas o cortos epitafios que van al mismo saco... el saco del olvido.
Vivo de mis reflexiones pasadas, de mis sacos de frases bonitas dichas en el día en que creía en ellas y que perdieron su valor al tiempo que se acabo el éxtasis de la reflexión. Y pasado el éxtasis, el gozo... siempre llega la resaca que todo se lo lleva, haciendo un monumental daño. Y así hemos llegado al día de hoy...

¿Y si fuera ella?

¿Puede alguien enamorarse de una desconocida? ¿Y si una desconocida es el amor de tu vida?



No se si alguna vez se han planteado esta cuestión. Pero... yo cada día me "enamoro" (entrecomillado y en minúsculas) como de 5 a 10 veces. Pero es que de vez en cuando 1 vez cada mucho tiempo me quedo absolutamente prendado de alguna chica que con sus gestos, sus ojos, sus andares, su hablar, su cuerpo, su pelo y su sonrisa me deja absolutamente hipnotizado. Cuando siento eso, tengo unas ganas tremendas de decirle algo, de no quedarme en simplemente la observación y el babeo... sino además, saber cómo se llama cuando menos... y quien sabe de hasta donde llegar.






La vida está cargada de momentos e instantes desaprovechados por el qué dirán. Y yo la verdad es que lo entiendo. ¿Qué pensarán mis compañeros de viaje en bus cuando me declare a una desconocida y me sigan viendo día tras días el careto? Vaya tonto, vaya pesado, que personaje... cualquier cosa y ninguna positiva. ¿Y qué pensará la chica de mis sueños cuando le dirija unas palabras? ¿Qué soy un violador, un disminuido, un perturbado o quizá todas ellas?

La verdad es que es una tesitura complicada porque siento que a veces podría cumplir sueños de mi vida. Me veo con alguna de ellas muy lejos, visitando paises extraños cogidos de la mano, retozando en playas de arena fina, subiendo las montañas más altas y abrazándome en lo alto de ellas... sueños y más sueños, que nunca se cumplirán porque ella se fue,... se bajó en la parada anterior, se perdió tras la anterior esquina, se subió al piso del ascensor que no era o cambió de dirección tras el último semáforo en común de nuestras vidas...

Y pienso de nuevo, en qué haré la próxima vez que me suceda, y siento que haré lo mismo. Y no se si me apena o tranquiliza. Porqué quizá si no lo hiciera sería un loco y no precisamente un loco de amor.



Por último, una reflexión postrera: ¿existen casualidades? Porque realmente yo me fijé en ella y eso no es una casualidad. Quizá lo fuera que estuviera ahí, pero no que mis ojos se cruzaran con los suyos...